¿Qué es el acné y por qué aparece?

El acné ocurre cuando los poros de la piel se obstruyen con sebo (una sustancia aceitosa producida por las glándulas sebáceas) y células muertas. Esta obstrucción puede generar puntos negros, puntos blancos y granitos inflamados o con pus. Aunque la causa exacta varía según la persona, hay algunos factores clave:

  • Cambios hormonales (como los de la pubertad, el ciclo menstrual o el estrés)

  • Genética

  • Uso de cosméticos no aptos para pieles grasas o con acné

  • Dieta rica en azúcares o lácteos (en algunos casos)

  • Malos hábitos de cuidado de la piel

Ahora sí, desmintamos algunos mitos que siguen circulando y que, en lugar de ayudar, pueden dañar tu piel:

 

🧼 Mito 1: “Lavar más la cara disminuye el acné”

Falso. Lavar la cara más de dos veces al día puede alterar la barrera cutánea y provocar un efecto rebote: la piel se siente agredida y produce más sebo como mecanismo de defensa. La limpieza debe ser suave, con productos adecuados, y hacerse dos veces por día: a la mañana y a la noche.

Dato Belleza Consciente: Usar un limpiador suave con pH balanceado, como el Rice Cleanser de Vegreen, ayuda a mantener el equilibrio sin resecar.

 

🌿 Mito 2: “Los aceites esenciales son buenos para tratar el acné”

Depende, pero en general puede ser riesgoso. Algunos aceites esenciales (como el de árbol de té) tienen propiedades antibacterianas, pero también pueden irritar la piel si no se usan de forma adecuada o diluidos correctamente. No todos los aceites son seguros ni están indicados para pieles con acné.

Consejo: Si querés usar ingredientes naturales, hacelo bajo recomendación profesional y siempre con productos formulados específicamente para pieles sensibles o acneicas.

 

🧴 Mito 3: “Si apretás los granitos desaparecen más rápido”

¡Todo lo contrario! Apretar los granitos puede romper la barrera cutánea, generar infecciones, provocar inflamación más profunda y dejar marcas o cicatrices permanentes. Además, las manos llevan bacterias que pueden empeorar la situación.

Lo ideal: aplicar un tratamiento localizado con ingredientes activos como ácido salicílicoo niacinamida, que actúan sobre el granito sin agredir.

 

💧 Mito 4: “Hidratar demasiado la piel obstruye los poros y causa acné”

Falso. Todas las pieles, incluso las grasas o con acné, necesitan hidratación. De hecho, una piel deshidratada puede producir más sebo para compensar. Lo importante es elegir hidratantes livianos, no comedogénicos y con activos calmantes.

Recomendado: cremas como la 730 de Vegreen, que hidratan sin obstruir y refuerzan la barrera cutánea con ingredientes botánicos.

 

😕 Mito 5: “Las cicatrices y marcas del acné son inevitables”

No necesariamente. Si se trata a tiempo y se evitan acciones agresivas (como apretar granos o usar productos abrasivos), las marcas pueden minimizarse. Existen tratamientos específicos como la vitamina C, el retinol, o incluso opciones profesionales como el microneedling, que ayudan a regenerar la piel.

Clave: constancia, protección solar diaria y acompañamiento con una rutina adaptada.

 

El acné no es un castigo ni algo que tengas que sufrir en silencio. Es una condición multifactorial que puede manejarse con información, buenos hábitos y una rutina pensada para tu piel. En Belleza Consciente, apostamos a educar, acompañar y ofrecerte productos con respaldo científico que respetan tu piel y el planeta 🌱